viernes, 23 de septiembre de 2011

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Traigo en mis costillas
un cesto pegado a ellas
lleno de oscuridad
y género nuevo.

No busques en mis manos
las caricias maternales
mi vientre no pare adultos.

Si estas manos buscasen
una cara infantil
me las cortaría

No busques en mi sabiduría
el buen consejo
carezco de ella

Dudo que alguien
pueda comprender
un cuerpo en constante movimiento
un palpitar infinito
un cambio eterno.

En las duplicaciones
llenas de noche
podrás hallar la respuesta.

1 comentario:

  1. Què bonitas y profundas palabras. Elegante, inquietante y preocupante a la vez. Un abrazo y muchos ànimos.
    roby de esercito italiano

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